EL AZUFRE EN LA BIBLIA
¿Alguna vez se han
preguntado cuál es la importancia del azufre en la Biblia y por qué en la
actualidad lo relacionamos equivocadamente con las fuerzas del mal?
En la Biblia se menciona
en varias ocasiones algunos elementos bien conocidos ya en aquella época, tal
es el caso del oro y la plata, además del hierro y el cobre; sin embargo, la
mención de estos está relacionada con asuntos monetarios. Sin embargo, a nadie
puede pasar desapercibido que el azufre tiene un lugar especial en los escritos
bíblicos que nada tienen que ver con asuntos monetarios. El azufre, está
relacionado pues con la destrucción y el castigo, un ejemplo muy claro son los
pueblos de Sodoma y Gomorra que, según el libro de Génesis, fueron destruidos
con una lluvia de azufre y fuego.
Sin embargo, la aparición
del azufre dista mucho de ser exclusiva del Libro de Génesis. También hace su
aparición para anunciar el final de los tiempos: en el libro de Revelaciones
del apóstol San Juan se menciona lo siguiente:
Y así vi en visión los
caballos y a los que sobre ellos estaban sentados, los cuales tenían corazas de
fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas
de leones; y de su boca salía fuego y humo y azufre. (Apocalipsis 9:17).
Más adelante en
Apocalipsis 9:18 se dice que una tercera parte de la humanidad muere por el
fuego, el humo y el azufre que salía de la boca de los caballos. Se advierte
además que quien adore a la bestia “él también beberá del vino del furor de Dios,
que está preparado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y
azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero.” (Apocalipsis
14:10).
Las anteriores son sólo
algunas de las 14 menciones que se hacen de este elemento en la Biblia, pero
aún no nos hemos respondido ¿qué es lo que hizo que el azufre ganara tan mala
fama para relacionarlo con el castigo? La respuesta inmediata es la
purificación y no, como muchos pensarán, en Satanás.
Como notarán, cada vez
que se hace mención del azufre en la Biblia, siempre ha de venir acompañado del
fuego, otro elemento mencionado en al menos 500 ocasiones en los escritos
bíblicos y, generalmente relacionado también con la purificación. La llama azul
del azufre —que apenas ilumina— arde lentamente, mientras que el fuego de la
leña se consume rápidamente; además el azufre deja un olor desagradable donde
sea que se use que puede ser visto como purgativo, razón por la que en la
antigüedad era utilizado con fines rituales relacionados también con la
purificación (desinfección, limpieza, etc.), por ejemplo, los egipcios lo
utilizaban para purificar sus templos. Resulta obvio que el azufre y el fuego
resultaran elementales para purificar a la humanidad al final de los tiempos.
No perdamos de vista, sin
embargo, que es en la Edad Media que el azufre pierde sus poderes purificadores
para terminar relacionado con Satanás. El hedor de este elemento era asociado
con los volcanes y estos últimos se consideraban entrada al infierno; cabe
señalar que la asociación del azufre con Satanás y el mal ha llegado hasta
nuestros días, pese a que se siguiera usando como desinfectante incluso en
epidemias de cólera.
Por cierto, que es
también en la Edad Media que los alquimistas comenzaron a ser vistos como
servidores del Diablo quizá por el amplio uso que estos hicieron del azufre en
varios de sus procesos para llegar a la piedra filosofal.
Fuente:
ALDERSEY-WILLIAMS, Hugh. La tabla periodica: la curiosa historia de los elementos Ariel, 2013.
ALDERSEY-WILLIAMS, Hugh. La tabla periodica: la curiosa historia de los elementos Ariel, 2013.