PLEGARIA DE UN ALQUIMISTA
"Todos los verdaderos Filósofos de las Ciencias Herméticas comienzan sus Labores con una Oración al Supremo Alquimista del Universo, rogando su asistencia en la consumación del Magum Opus. La oración que sigue (siguiendo la tradición cristiana), escrita en un alemán provincial hace siglos por un Adepto ahora desconocido, es representativa:"
¡Oh Santa y Alabada Trinidad, Vos individida y triple Unidad!
Haced
que me hunda en el abismo de vuestro Fuego ilimitado y externo, pues sólo en
ese Fuego puede la naturaleza mortal del hombre transformarse en el humilde
polvo, mientras el nuevo Cuerpo de la Sal y la Unión yace en la Luz.
Oh,
derretidme y transmutadme en este Fuego sagrado, para que en aquel día y a
Vuestras ordenes, las Aguas de Fuego del Espíritu Santo me saquen del obscuro
polvo, dándome un nuevo nacimiento y haciéndome vivir con Su aliento.
Que
también yo sea exaltado por mediación de la humildad de Vuestro Hijo, elevándome
del polvo y las cenizas con su ayuda y transformándome en un cuerpo con los
colores del Arcoíris; un cuerpo puro y espiritual, como el oro del paraíso,
transparente como el cristal; y que mi propia naturaleza sea redimida y
purificada.
Disolvedme
en las Aguas de la Vida, como si yo estuviera en las bodegas de vino del eterno
Salomón. Aquí el Fuego de Vuestro Amor recibirá nuevo combustible y arderá
tanto que las corrientes no podrán extinguirlo. Que con la ayuda de este Fuego
Divino, al final se me encuentre digno de ser llamado a la Iluminación de los
Justos.
Que
entonces se me selle con la luz del Mundo Nuevo para que alcance la
Inmortalidad y la Gloria donde no se alternaran la Luz y las Tinieblas.
FUENTE:
Manly P. Hall (The Secret Teachings of All Ages)